El diamante de la noche
Me preguntan qué haré
Si cruzaré a nado
Este secreto río
–Con él se escurre
El diamante de la noche–
Si lavaré en él mi ropa
Y me tenderé luego
Sobre la hierba
A sopesar el tono
De la tarde
Sobre mi edad.
No digo que sí:
Mi ola está desnuda
No voy adiamantada
No hay
Belleza sino restos
De antiguas miradas
Estancadas
En un paisaje
Que vibra en la distancia
Como una isla.
Sobre mis hombros
El sol aparenta
Un juego sexual
Más o menos ardiente.
Me canso.
Me preguntan qué haré
No me escuchan
Me deformo en el agua
Me hago sombra
No hay río y si lo hay
Nada puedo pescar
Ni atrapar
Sin embargo
Algo me ama
Tan intesamente
Que me moja
Su cauce circular.